<<Zalamea de la
Serena. Un interesante partido futbolístico, que fue jugado por los equipos de
Zalamea y Quintana.
Estamos en el periodo más culminante del fútbol español; los pueblos y
las ciudades van introduciendo con gran interés este balompié, como lo fueron los
juegos olímpicos de la antigua Grecia.
Los
atenienses eran muy aficionados a los ejercicios físicos; toda ciudad griega
poseía gimnasios, que eran, por lo general, un gran espacio cuadrado rodeado de
pórticos y avenidas; éstas se situaban muy cerca de la fuente, teniendo sala de
baño y de educación física.
Las luchas se
sostenían cuerpo a cuerpo, que hacían resaltar los músculos del brazo,
presentando el torso bajo diferentes aspectos, dando a las caderas una
modulación de relieve muy acentuada.
En los
ejercicios de las carreras, las piernas adquirían una gran finura nerviosa,
como las vemos en esos modelos que nos dejaron los grandes maestros.
En esto
queremos decir que con los ejercicios suecos adquieren las fibras musculares y
nerviosas una gran consistencia física.
En estos
deportes hay que tener también en cuenta muchas circunstancias anómalas y
contraproducentes a ciertas naturalezas que no pueden resistir estos ejercicios
corporales, que ponen en peligro la salud de los contendientes. Pero, por lo
visto, en los tiempos presentes ya es una necesidad estos juegos deportivos,
que muchas veces van llenos de pasión en la pelea, hasta el punto de llegar a
una rivalidad entre las demás regiones.
Por causas
ajenas a mi voluntad dejé de hacer la reseña del interesante partido que
llevaron a efecto los equipos deportivos de Quintana de la Serena y de Zalamea.
Mucho antes
de la hora anunciada de las seis de la tarde ya estaba en el campo futbolista
de Trajano una gran multitud de espectadores, ávidos de presenciar el
interesante partido que por primera vez los jóvenes de esta localidad habían
preparado.
A las seis en
punto dio la voz el árbitro de que iba a empezar el partido, y en aquel momento
salieron los contendientes, siendo acogidos con una gran salva de aplausos.
Los equipos
Ilipense y el Athletic de Quintana se disputaban una magnífica copa de plata
sobredorada que este Ayuntamiento había regalado al Sport Club Ilipense local y
Athletic de Quintana.
A las órdenes del señor N. Carrasco se alinearon
los equipos de la siguiente forma:
Ilipense.-
Ladislao; Arcadio; Baldomero; Mena; Hidalgo; Ramírez; Eusebio; González;
Cabanillas; Gallardo y Benítez.
Athletic.-
Moreno; Cuevas; González; León; Chacón; Pepe; J. Cruz; C. Cruz; M. Cruz.
Toca elegir
campo a Quintana; sacan los locales, que visten de amarillo; hacen una
arrancada, perdiendo la pelota, y se origina el primer córner contra Zalamea,
que es muy bien tirado por Pepe, y Ladislao bloca de forma insuperable.
Con dominio
del Ilipense transcurre el primer tiempo, sin que se registre alteración en el
marcador a favor de Zalamea por falta de imitadores.
Lo mejor de
este primer tiempo fue la soberbia actuación de Baldomero, que estuvo
segurísimo en el despeje, haciéndolo con serenidad y valentía.
Tras un breve
descanso, por falta de tiempo, el señor N. Carrasco da orden de comenzar el
segundo tiempo, en el que se acentúa el dominio local de tal forma, que los
contrarios están embotellados constantemente, y solo se ven algunas arrancadas
sin peligro, que Baldomero deshace.
Con el mayor
dominio del Ilipense termina el partido empatados a cero, habiendo perdido los
canarios (por vestir amarillo) cuatro ocasiones de marcar.
De Zalamea se
distinguieron Arcadio, Cabanillas y, sobre todo, Baldomero, que tiene
facultades para este deporte. El portero, en sus pocas intervenciones, estuvo
muy acertado.
De Quintana
sobresale la labor de la defensa.
Al terminar
el partido futbolista la multitud, estacionada en el campo de Trajano, tributa
a los contendientes una gran ovación.
En el
partido, como he dicho anteriormente, se disputaba una magnífica copa de plata
sobredorada con las iniciales de Zalamea y fecha del encuentro, regalo que
hacía este Ayuntamiento al equipo vencedor, pero en vista del empate a cero, el
Ayuntamiento ha donado la copa al Club local por su dominio constante.
Ahora una
pequeña observación a los deportivos: hasta que los campeonatos regionales, no
confirmen su solidez en los equipos, conviene no hacerse muchas ilusiones sobre
los futuros papeles; a desempeñar con brillantez sus respectivos puntos en el
combate.
Si estos
jóvenes entusiastas del deporte han de seguir con esta afición, es necesario
que practiquen con más frecuencia estos ejercicios del balompié, ya que muchas
veces suelen salir grandes maestros deportistas.
Yo, desde las
columnas de CORREO EXTREMEÑO, doy a los dos equipos mi más entusiasta parabién
por su brillante comportamiento […] Antonio Carrasco Fernández>> (12).
La rivalidad
entre equipos de los pueblos limítrofes ha sido una constante a lo largo del
tiempo desde los comienzos de la historia del fútbol en nuestra comarca, y ya
en aquellos primeros años se produjeron en algunos partidos, con unos resultados
que, al no satisfacer a los aficionados del equipo perdedor, se traducían en
verdaderas batallas campales donde la piedras zumbaban en el aire con las consiguientes
“piteras” o descalabraduras que se ocasionaban
en ambos contendientes y los daños o destrozos en los cristales de alguna ventana al
producirse el impacto de los pétreos proyectiles. Una de estas
primeras contiendas la encontramos en el partido disputado a finales del año
1930 contra el Ilipense Sport Club y en el que nuestro equipo de Quintana
perdería por cero a uno. En este partido y según la crónica deportiva de la
época aparecen los jugadores: Arcel (portero), León,
De la Cruz, Laso, F. Cuevas, Cuevas (Manuel), Baldomero,
Carlos,
Chacón
(Diego), Miguel y Pepe. A continuación,
transcribimos la crónica deportiva publicada en el Correo Extremeño por el
corresponsal Antonio Carrasco Fernández, de Zalamea de la Serena:
<<Zalamea de la Serena. El Ilipense Sport
Club vence al Athétic de Quintana por uno a cero, a pesar de tener que luchar
contra el público, contra el árbitro y los jugadores
Zalamea, 28.—Ayer se desplazó nuestro Ilipense al vecino pueblo de
Quintana a jugar un partido amistoso, que resultó malo y duro por emplear los
jugadores quintanenses la violencia, aunque resultaron perjudicados por ser los
de Zalamea más fuertes.
A
las órdenes del señor Balsera, los equipos se alinean así:
Athletic de Quintana: Arcel, León, De la Cruz,
Laso, F. Cuevas, Cuevas, Baldomero, Carlos, Chacón, Miguel y Pepe.
Ilipense de Zalamea: Ladislado, B.
Fernández Blanco, Carrasco, Gallardo, J. Ramírez, F. Ramírez, González, Jorge,
Murillo, Benítez y D. Fernández Blanco.
El
primer tiempo fue de dominio completo para los del Ilipense, que aunque no
llegaron a marcar por mala suerte, demostraron la superioridad; solamente una o
dos arrancadas del Athetic, que las deshizo la defensa contraria, sin que
Ladislao interviniese. Lo digno de este primer tiempo fue una jugada individual
de Jorge, que no fue tanto por milagro; igualmente se distinguió en sus pocas
intervenciones la defensa del Ilipense. Del Athletic, el mejor de este tiempo,
Miguel.
En
el segundo tiempo se rehízo un poco el Athletic, pero todos sus esfuerzos se
estrellan en la defensa ilipense, que está muy segura, con algunas
intervenciones de Ladislao, que lo hace muy bien. En este tiempo el Ilipense,
deseoso de marcar, inicia muchas arrancadas; pero el árbitro las corta sin
saber por qué.
Hay
un córner de Quintana que el árbitro lo anula después de darlo por válido los
dos liniers, y, por tanto, no se tira; pero hay otro córner dudoso en contra
del Ilipense que es tirado por Pepe muy mal, pues ni siquiera llega, siendo
despejado por un medio ilipense que la delantera, bien colocada, lo recoge;
Murillo cede a González, que se interna, burla a los defensas y de un buen chut
cruzado, consigue el tanto de la victoria ilipense, que Arcel no lo ve. En
estos momentos el público, que había estado toda la tarde muy chillón,
abucheando al equipo forastero y animando a los suyos, se callan como por
encanto y no se oye tan siquiera el vuelo de una mosca, excepto los aficionados
de Zalamea, que presenciaban el encuentro, iniciaron un aplauso y tuvieron que
suspenderlo ante la actitud amenazadora del público quintanense; dos minutos
después termina el partido con la victoria ilipense bien merecida, pero que los
muchachos no están conformes pues debieron marcar más; pero el árbitro les
cortaba sus arrancadas peligrosas.
De
los de Quintana se distinguió el portero, que a él debe su equipo el no haber
sido derrotado por otro margen superior; además se distinguió Miguel.
Del
Ilipense, todos en general muy bien, sobresaliendo la defensa, que lo hizo muy
segura.
El
árbitro, señor Balsera, muy parcial a favor de Quintana, aunque se puede
perdonar, pues demostró tener poco conocimiento del juego.
Vamos
a hacer algunas indicaciones que duelen decirlas, pero que no tenemos más
remedio; esto es: lo que pasó con el público de Quintana, pues no solamente se
conformaron con sus insultos durante el partido, sino que después nos
despidieron a pedradas; de muchas casas y esquinas salían grupos de salvajes
que nos apedreaban sin temor al daño; esto nos hacía recordar el salvajismo de
los pueblos primitivos. Gracias a Dios no podemos lamentar desgracias. ¡No hay
que tener tanta pasión!
El
jueves, día 1º de año, se desplazará nuestro equipo a Castuera a jugar con los
de Castuera F. C., esperando de este pueblo culto más caballerosidad en sus
actos y no imitar a los de Quintana.
Hasta
aquí estas notas que me han facilitado los del equipo Ilipense, y según ellos
dicen son reflejo fiel de cuanto ocurrió en la incidencia de juego entre los
equipos Zalamea y Quintana.
Después
del partido, según cuentan estos jóvenes, fueron violentamente agredidos a la
salida de la población por ciertos elementos levantiscos de nuestros vecinos,
entre los cuales siempre ha reinado muy buena armonía entre estos dos pueblos,
como los demás de la demarcación.
Y
yo digo que en esta forma no se puede ir a ninguna parte, porque si este
deportivo es un acto de diversión para los pueblos, nunca jamás deben ser de
luchas entre los pueblos, porque
demostraríamos tener un gran desnivel cívico muy poco culto, y si esto
ha de seguir en esta forma violenta por agentes provocadores, lo mejor sería
que cada equipo se circunscribiera estar en su centro local, y dejarse de
aventuras guerreras que traen grandes disgustos, dejando malparada la buena
educación y el derecho al trato de hospitalidad.
Este
deportivo debe ser empleado como desarrollo físico, como lo hacían los
atenienses contendiendo con los demás equipos en buena forma, en armonía, y que
tanto vencidos como vencedores, sirven para darse un abrazo fraternal. Antonio Carrasco Fernández>> (13).
En
1931, encontramos: <<… También en
La Voz, P. Blanco critica al público del partido de fútbol, incorrecto a más no poder: “Tropezón F.C,” de Campanario (ganador por 4 a 1) frente al
Athletic de Quintana.>> (Barquero, 2003:350).
-Denominación del equipo: Athletic de Quintana.
-Nombre del
campo: El Ejido.
Jugadores
-En julio, 1930:
N. Moreno, M. Cuevas, F. González, M. León, C. Cruz, R. Laso, Pedro Nogales, M.
Cruz, D. Chacón, Balsera, Pepe.
-En agosto,
1930: Moreno, Cuevas, González, León, Chacón, Laso, Pepe, M. Cruz, C. Cruz,
Balsera, Díaz.
-En diciembre de
1930: Arcel, León, De la Cruz, Laso, F. Cuevas, Cuevas, Baldomero, Carlos,
Chacón, Miguel y Pepe.
Partidos
disputados
-En julio de
1930: Athletic de Quintana, 1 – Ilipenes Sport Club, 0. Árbitro: Chacón. Autor
del gol, Pepe.
-En agosto de
1930: Athletic de Quintana, 1 – Valdivia de Campanario, 0. Árbitro, Chacón.
Autor del gol, Balsera.
-El 3 de agosto
de 1930: Villanueva, 2 – Athetic de Quintana, 1. Autor del gol de Quintana,
Naranjo.
-El 10 de agosto
de 1930: Athletic de Quintana, 0 – Castuera, 2.
-El 19 de agosto
de 1930: Athletic de Quintana, o – Ilipense Sport Club, 0. Árbitro: N.
Carrasco.
-El 8 de
septiembre de 1930: Castuera, 2 – Athletic de Quintana, 0
-En diciembre de
1930: Athletic Quintana, 0 – Ilipense Sport Club, 1. Árbitro: Sr. Balsera.
Autor del gol: González.
-En 1931:
Tropezón, F.C. de Campanario, 4 – Athletic de Quintana, 1.
_________________________________________________________
Notas
1. Historia del Fútbol en Castuera (Capítulo
2). Web Oficial del Club Deportivo Castuera.
2. El 28 de abril de 1968 se jugó un
partido en Campanario […] además de estas instalaciones de Campanario, Zalamea
de la Serena las tenían en terreno
cercado y con todo lo exigible reglamentariamente desde el año 48 y Quintana de
la Serena desde 1951 y en Castuera no había nada. Web oficial del
Club Deportivo Castuera.
3. Correo de la mañana. Número 3072, 10 de
enero de 1924. Pág. 4.
4, 5. Historia del Fútbol en Castuera
(Capítulo 3). Web Oficial del Club Deportivo Castuera.
6. Correo Extremeño. Año XXVII. Número
7707. 1930, julio 31. Pág. 4
7. Chacón Chacón, Juan
Antonio: Tercer Intento.
8. Correo Extremeño. Año XXVII. Número 7707. 1930, julio 31. Pág. 4
9. Ibidem. Año XXVII. Número 7713, 1930,
agosto 7. Pág. 8
10. Ibidem. Número 7735 - 1930 septiembre 3. Pág. 5.
11. Ibidem. Número
7750-1930, septiembre 20. Pág. 9.
12. Ibidem. Número 7758-1930 septiembre 30. Pág. 9.
13. Ibidem. Número 7837- 1931 enero 1. Pág. 3.
BIBLIOGRAFÍA
BARQUERO BARQUERO, Diego
Jesús: “CAMPANARIO: LA DÉCADA DE LOS XXX. EJE CRONOLÓGICO 1930-1941”, en CAMPANARIO. HISTORIA. TOMO II.
Ayuntamiento de Campanario. Badajoz, 2003.
CHACÓN CHACÓN,
Juan Antonio: Tercer intento. 2007.
Edición del autor. Imprenta Parejo. Vva. de la Sna.
FUENTES
Correo de la
mañana. Número 3072, 10 de enero de 1924.
Correo
extremeño. Número 7758, 30 de septiembre de 1930.
Ibidem. Número
7750, 20 de septiembre de 1930.
Ibidem. Número
7837, 1 de enero de 1931.
Ibidem. Número
7735, 3 de septiembre de 1930
Ibidem. Número
7713, 7 de agosto de 1930.
Ibidem. Número
7707, de 31 de julio de 1930