miércoles, 13 de septiembre de 2023

CRISTO DE ZALAMEA

 Juan Fco. José DÁVILA SÁNCHEZ

EL CRISTO DE ZALAMEA. De la costumbre o tradición que existe en Quintana de la Serena de ir andando al Cristo de Zalamea, a consecuencia de los milagros que se manifestaron en el año 1604 en la capilla del hospital de la Quinta Angustia de Zalamea de la Serena. 



A finales del siglo XVI existía en Zalamea de la Serena un hospital llamado de la Quinta Angustia en cuya capilla se encontraba una pequeña imagen del Cristo Crucificado que sería sustituida por otra de mayor tamaño traída desde Sevilla en el año 1586: 

    Estaba una Imagen pequeña del Christo crucificado: à esta la daban el titulo de la Quinta Angustia, por tenerlo el Hospital; y esta es la causa por que la Santa Imagen, que es el assumpto de esta Historia, tiene también el titulo de la Quinta Angustia. Esta Imagen sacaban el Jueves Santo en la noche los Hermanos de la Vera-Cruz, en Procesion de penitencia

 La nueva imagen llegó a Zalamea de la Serena procedente de Sevilla por deseo de aquella Hermandad, al parecerles pequeña la allí existente: 

    Pareciòles, que aquella Imagen era pequeña, y no proporcionada à su deseo: y juntándose en Cabildo, decretaron dàr cada uno la limosna, que pudiesse, y pedir entre los vecinos de Zalamea de limosna lo que faltasse, para enviar à Sevilla à mandar hacer una Imagen de estatura natural, y que con la perfeccion posible nos pusiesse delante de la vista lo que padeció el Redemptor del mundo, quando murió en una Cruz.

Habiendo recaído el encargo sobre el Licenciado Lázaro de Villanueva, ésta sería la imagen del Cristo al que atribuyen los milagros a partir del día trece de septiembre del año mil seiscientos cuatro: 

    Executòse el decreto: y junta la suficiente limosna, la entregaron al Licenciado Lazaro de Villa Nueva, Sacerdote de honestas, y loables costumbres, como lo indica el caso presente.

 La imagen fue transportada en una caja de madera y al llegar a Zalamea se organizó una procesión desde el Humilladero hasta el Hospital, donde quedó colocado el nuevo Cristo siendo admirado por todos los que allí concurrieron:

    Dispuso luego su viage à Zalamea, que fue con toda felicidad: y al llegar al Humilladero, que estaba cerca de la Villa, avisò al señor Prior, quien concurrió con su Clero: la Villa vino con todos sus vecinos. Sacaron la Sagrada Imagen de la caxa, que à competencia dividieron en menudos pedazos por reliquias. Fue grande la admiración, las lagrimas, y el gozo de todo el concurso, quando vieron aquel Divino Simulacro. Ordenòse una Procession lucida, y devota, en que lo traxeron à tomar possession del Hospital, donde quedó colocada esta Soberana Imagen, dando todos las gracias al venerable Sacerdote Villa-Nueva, por haverles traìdo una Imagen tan hemosa. Entrò este Divino Señor en Zalamea el año de mil quinientos y ochenta y seis.

 Al parecer, los milagros comenzaron a manifestarse por medio del aceite que contenía una lámpara de azófar donada a la capilla por Juan Sánchez Aldana, vecino de Zalamea, en la víspera de la Cruz de Mayo del año 1604:

    Este año Juan Sanchez Aldana, vecino de Zalamea que se hallaba en Mora del Reyno de Portugal, retraido, sabiendo, que la lámpara, que ardia delante de esta Divina Imagen, tocaba los términos de la indecencia; pues, como diximos, era una escudilla vidriada, hizo una lámpara de azofar (que es la que oy llamamos del milagro, pues por medio de su Aceyte se han experimentado innumerables prodigios ) y por medio de su hijo el Licenciado Bartholomè de Aldana, la presentò al Santo Christo, víspera de la Cruz de Mayo 5 .

 Copla Popular: 

Al Cristo de Zalamea 

cuatro lámparas le alumbran, 

 y untándose con su aceite 

todos los males se curan.6 



Así, nos describe Antonio de San Phelipe, cómo el casero del hospital se encuentra la lámpara ardiendo de forma extraordinaria, sin que nadie la hubiera encendido y sin poder dar una explicación al suceso, siendo éste la causa y el inicio de los milagros que tuvieron lugar posteriormente: 

     Lunes trece de Septiembre de este mismo año, luego que fue de dia se levantò el Casero, abriò las puertas del Hospital, dexando cerrada la de la Capilla, que era una reja de madera: viò, que la lámpara, que estaba delante de esta Divina Imagen, estaba apagada. Fuese à la Plaza, donde estuvo mucho tiempo, y volviendo, la hallò apagada, como la havia dexado. Entròse en su aposento, y saliendo de alli à un rato, viò que ardia, y con singular lucimiento. Preguntò si alguna persona la havia encendido, y no pudiéndolo averiguar, ni ser esto posible, por estar la reja con llave, quedó admirado, y mucho mas quando reparò, que la llama excedía de lo que en lo natural podía lucir; y que la Imagen del Santo Christo estaba muy resplandeciente, y lustrosa.7

 Al dar cuenta de este hecho, acudieron las autoridades y otros vecinos untándose muchos con el aceite de la lámpara, siendo la primera: 

    Maria Rodriguez, viuda de Juan Berrocal, vecina de esta Villa. Tenia esta, catorce años havia, en la mexilla izquierda una llaga, que los Medicos llaman Noli me tangere. Vivia esta cerca del Hospital, y à las primeras voces acudió à la Capilla, donde estaba el Santo Crucifixo, y llena de fé entrando los dedos en la lampara, se ungiò la llaga con el Aceyte, que fue para ella tan saludable bálsamo, que luego al punto, en preferencia de todos los que habían concurrido, cayò al suelo la raìz de aquella llaga, quedando perfectamente sana la mexilla, sin mas señal, que una mancha pequeña, que fuesse en adelante mudo pregonero de aquel prodigio.8 

 A partir de entonces se fueron extendiendo estos sucesos por los pueblos más cercanos, de aquí a otros pueblos de Extremadura e incluso a otros lugares de España. Un año después, siendo Prior Frey Don Antonio Barrantes Maldonado se harían las diligencias necesarias conformes a las disposiciones del Concilio de Trento:9 

    Luego al punto corrió la fama de estos prodigios: y llegando à la noticia del Licenciado Frey Antonio Barrantes Maldonado, Prior de esta Villa, y su territorio, cumpliendo con la disposición del Sagrado Concilio de Trento, empezó à hacer averiguación de estos milagros… Hicieronse las diligencias necesarias.10 

 Pronunciando dicho Prior el Auto por el cual se declaraban como verdaderos aquellos milagros, se hizo solemne publicación de los milagros el día ocho de mayo de mil seiscientos cinco, siendo acompañado el acto de una procesión y misa al que acudieron gentes de varios lugares que volverían en años posteriores: 

 De aquí empezó la velada, que hacían aquella noche ante esta Divina Imagen y por concurrir muchos con frutas, y otros generos vendibles, se empezó à introducir la Feria, que oy es una de las mejores de España, cuyas Alcavalas, como diximos en el libro primero, capitulo sexto, son renta de este Hospital. Celebròse Synodo particular en esta Villa, en que se instituyò por dia de fiesta de guardar, el de la Exaltacion de la Cruz,  que es à catorce de Septiembre: y su vispera, que fue quando su Magestad empezó à obrar milagros, fuesse dia de ayuno, debaxo de pecado mortal, para todos los súbditos de este Priorato. 11 

 La noticia pronto llegaría a Quintana de la Serena, quedando incluidos en la relación de milagros: el de Elvira Gómez Rodríguez, el milagro del hijo de María Sánchez, y el de Juan Benítez, vecinos de este pueblo y que se incluyen a continuación conforme a la narración que de los mismos hace Fray Antonio de San Phelipe:



MILAGRO DE ELVIRA GÓMEZ RODRÍGUEZ

 CAPITULO IV. Dàse noticia de los milagros, que aquel dia primero hizo el Santo Christo. Llegò dentro de dos horas à Quintana (Villa dos leguas distante de Zalamea) la fama de los milagros, que Dios obraba por esta Divina Imagen: oyòla Elvira Gomez, muger de Martin Calderòn, que se hallaba tullida de ambas piernas, de suerte, que ni aun con muletas podía andar, por los recios dolores, que padecía, sin poder, por esta causa, estàr sentada, ni levantarse, si no la levantaban. Reconociò, que este era el tiempo en que estaba Christo para hacer mercedes, y assi hizo, que la traxessen à Zalamea. Entrò llena de fé, y confianza en la Capilla del Santo Christo, y dándole à un Sacerdote un lienzo, le pidiò lo aplicasse à las llagas de los pies de esta Soberana Imagen. Executòse lo que pedia la devota muger, y tomando el lienzo lo puso sobre las piernas tullidas: al punto sintiò tanto vigor en ellas, que arrojando las muletas, anduvo con ligereza por la Capilla. Solo la quedaba el pie derecho algo dolorido, mas untándolo con el santo Aceyte, quedò à los tres dias tan perfectamente sano, que pudo venir à pie desde su casa à dàr las gracias à aquel en cuyo nombre se solìdan las plantas mas débiles, y cobran salud los tullidos, y cojos.12

 MILAGRO DEL HIJO DE MARÍA SÁNCHEZ 

 CAPITULO V. Dàse noticia de otro milagro, que en los tres dias siguientes obrò su Magestad. Oyò Maria Sanchez, muger de Miguèl Murillo, vecina de Quintana, las maravillas, que obraba Christo por su Santa Imagen. Vino con gran devoción à visitarle en su Capilla, y tomando un vaso de Aceyte de la lámpara, lo llevò à su tierra: ungió con èl à un hijo suyo, que estaba, mucho tiempo havia, cubierto de lepra: y fue mas saludable esta unción, que para Nahaman Syro las aguas del Jordàn: pues la primera vez, que tocò este saludable bálsamo la lepra del enfermo, quedó perfectamente sano, permaneciendo solo por algún tiempo unas leves manchas en el rostro, que fuessen testimonio del prodigio. 13

 MILAGRO DE JUAN BENÍTEZ:

 CAPITULO XI. Resucita el Santo Christo diversos sujetos, muertos à violencia de rayos: y executa otros prodigios. Estando un dia en el campo Juan Benitez, vecino de Quintana, se levantò una tempestad horrorosa de ayre, truenos, y granizo. Obligóle à buscar el amparo de una robusta copada Encina: crecia por instantes la tormenta, y el temor del peligro infundia en Juan Benitez gran miedo. Empezò à implorar el favor Divino, invocando el Santo Christo de Zalamea. A este tiempo dispararon las nubes un rayo con tal violencia, que dando en la Encina, la hizo pedazos, y al que à ella se havia refugiado, le abrasò todo el lado izquierdo. Estaba otro hombre à la vista, acogido à otra Encina, que fue mas afortunada. Luego que se sossegò la tormenta, acudió à vèr aquella desgracia, y hallò à Juan Benitez muerto al pie de la Encina, abrasado, y denegrido todo el lado por donde le havia cogido el fuego. Llamò otros dos hombres, que poniéndole en un vagage, le llevaron à su casa. Lloranronle sus padres por muerto, y aun mandaron, que las campanas hiciessen lo mismo. En medio de esta afliccion, reconociendo los padres del difunto, no es mas dificultoso al Poder Divino restituir à un difunto la vida, que el criarle de la nada, pidieron con humildes lagrimas à la Magestad Divina, restituyesse à su hijo la vida, invocando el Santo Christo de Zalamea, ofreciendo para su Capilla alguna limosna. Atendió el piadoso Señor à la súplica de los padres, aunque no quiso antes atender à la que el hijo havia hecho, para mayor expression de su poder: pues apenas hicieron su devota deprecaccion, quando el mozo, con admiracion de todos, se levantò vivo, y sano, como si no hubiera padecido daño alguno. Pusose inmediatamente en camino con sus padres, y vino à dàr las gracias à la Magestad Divina.14 

También, fue narrado por Frey Antonio de San Phelipe, otro acontecimiento milagroso de unos vecinos de Quintana, cuando, por accidente, al encontrarse castrando unas colmenas en Las Giraltas, se produjo un incendio en un sembrado de trigo:

    Por estàr à punto de subir al Pulpito à predicar las maravillas de esta Santa Imagen, uno de los años que he tenido esta honra, no me acuerdo de los nombres de los sujetos con quien su Magestad obrò el siguiente prodigio. En la Villa de Quintana havia dos buenos casados, que tenian un Colmenar en el sitio, que llaman las Giraltas. Fueron estos un dia à castrar las Colmenas. Por desgracia, ò por descuido del fuego que encendieron, para dàr à las Abejas humazo, se prendió en unos grandes pedazos, que estaban sembrados de Trigo, con tanta furia, que pretendia su voracidad reducir à menudas cenizas todas la mieses, y aun todas aquellas montañas. Viéndose estos pobres en tal conflicto, y que les era impossible apagar el incendio, determinaron, por evitar mayores daños, si la Justicia los aprehendía como autores de aquel incendio, el huir à tierras remotas, donde no fuessen conocidos. Caminaron algún espacio de tierra, y mas afligidos, que cansados, se pararon al pie de un arbol: y tratando sobre su desgracia les pareció, que solo podia favorecerlos el poder de aquel Señor, que hizo, que aquella zarza de Moysès no se abrasasse entre aquellos incendios. Pidieron con grandes ansias á su Magestad los favoreciesse por medio de esta Santa Imagen, ofreciendo dàr de limosna à su Santa Casa una de dos Bacas, que tenian. Compadeciòse el Padre de las piedades de la afliccion en que se hallaban estos pobres. Atendió benigno à sus ruegos, y asi les concedió aun mas de lo que ellos pudieran imaginar; porque volviendo la cabeza al sitio donde estaba el fuego, no vieron salir humo alguno. Acercaronse admirados, y reconocieron otro mayor prodigio, pues no solo se havia apagado el fuego, sino es que habiendo ardido mucho tiempo, y dilatadose por largo espacio, no se havia quemado una espiga de trigo, como si hubiera sido fingido, y aparente aquel fuego. Dieron à su Magestad las gracias por tan singular beneficio, y vinieron à visitarle en su Capilla, cumpliendo su promessa.15 

 Así, sería con aquella mujer llamada Elvira Gómez, con quien se iniciará esta costumbre tan arraigada en nuestro pueblo, por la que, todos los años, en la madrugada del día catorce de septiembre, personas de todas las edades y por diferentes motivos se dirigen caminando, muchos penitentes descalzos16 –antiguamente por el camino de Quintana a Zalamea, hoy por la carretera que une ambas poblaciones- a visitar el Cristo de Zalamea que se encuentra en la Capilla Real del Santo Cristo de la Quinta Angustia17 de Zalamea de la Serena en la provincia de Badajoz.


                  Foto 1
                                                                
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NOTAS

1 .SAN PHELIPE, Frey Antonio de: Ave María. Origen y milagros de la Sagrada Imagen del SSmo. Christo de Zalamea… Lib. II, Cap. I., pág. 110. Sobre el año en el que llegó la imagen a Zalamea, este autor nos dice: “Entrò este Divino Señor en Zalamea el año de mil quinientos y ochenta y seis”. Por otra parte, encontramos en Discurso de la Antigüedad, nombres y sitios de la Villa de Zalamea de la Serena, de Juan Tamayo de Salazar, 1634: <<…fue traído a esta ilustre y dichossa Villa en Año de 1561>>. Debemos tener en cuenta el contexto histórico y las normas establecidas por el Concilio de Trento, y que estos ‘milagros’ no son reconocidos por el Vaticano. Vid.: Calvente Cubero, José (2003), Santo Cristo de la Quinta Angustia, pág. 89. 

2. Ibíd. Pág. 110. 

3. Ibíd. Pág. 111. 

4. Ibíd. Pág. 114. 

5. Ibíd. Lib. II, Cap. III., pág. 119. 

6. RODRÍGUEZ MOÑINO, A. (1963): Diccionario geográfico popular de Extremadura, págs. 175-176. También, es recogida por CASCO ARIAS, en Geobigrafia e Historia de Quintana de la Serena, pág. 231. 

7. SAN PHELIPE, Frey Antonio de: Op. cit., Lib. II, Cap. III, pág. 119- 120. 

8 Ibíd. Cap. IV, pág. 125

9 Vid. BARRANTES MALDONADO, Frey Don Antonio: De la Calificación y Milagros del Santo Cruzifixo de Çalamea... Madrid, 1617. Se puede consultar en BNE. Biblioteca Digital Hispánica. www.bne.es 

10 Ibíd. Cap. III, pág. 119. 

11 Ibíd. Cap. IV, págs. 123-124. 

12 Ibíd. Cap. IV, págs. 127-128. 

 13 Ibíd. Cap. V, pág. 131. 

 14 Ibíd. Cap. XI, págs. 158-159. 

 15 SAN PHELIPE, Frey Antonio de: Op. cit., Cap. XXX, págs. 310-311. 

 16 CASCO ARIAS, Juan: Geobiografia e historia de Quintana de la Serena. pág. 231. 

17 Vid. ARCOS FRANCO, J. M. (2003): Santuarios, ermitas y capillas de la comarca de la Serena (Badajoz). Badajoz, págs. 413-426. 

18 Foto núm. 1: En GIL PIZARRO, J.D./CENTENO MALAVÉ, A.J. (2013): Revista Cultura DYSTILO, pág. 75. Posiblemente antigua imagen que se veneraba en la capilla del hospital. Se encuentra en Oropesa (Toledo) y pertenece a un descendiente de los Ximénez de Cebadera. 

19. Foto núm. 2: Postal de la imagen del siglo XVI. Desaparecida durante el incendio de 1972. Vid.: Calvente Cubero, José (2003), Santo Cristo de la Quinta Angustia, pág. 272.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 

ARCOS FRANCO, José María. (2003): Santuarios, ermitas y capillas de la comarca de la Serena (Badajoz). II Edición de Premios a la Investigación de La Serena. Diputación de Badajoz. Badajoz. 

BARRANTES MALDONADO, Frey Don Francisco. (1617): De la Calificación y milagros del Santo Cruzifixo de Çalamea, desde treze de Septiembre del año de seiscientos y quatro, hasta el de seiscientos y diez y seis. Sevilla.

CALVENTE CUBERO, José. (2003): Santo Cristo de la Quinta Angustia. Asociación Cultura Dístylo y Asociación Patrimonio de la Serena. Badajoz. 

CASCO ARIAS, Juan. (1961): Geobiografía e historia de Quintana de la Serena. Madrid. Editorial Prensa Española. 

EGUIBAR Y MUÑIZ, Juan José de. (1971): “El Cristo de Zalamea”. Revista de Estudios Extremeños. Tomo XXVII, NÚM. II. Págs. 267-301. 

GARCÍA CALATRAVA, Francisco. (1875): Quinario al Santísimo Cristo de la Quinta Angustia que se venera en la villa de Zalamea de la Serena precedido por una breve y sucinta historia del origen de aquella sagrada imagen. Madrid. 

GIL PIZARRO, J.D./CENTENO MALAVÉ, A.J. (2013): Revista Cultura DYSTILO. Edición especial. Zalamea de la Serena (Badajoz). 

RODRÍGUEZ MOÑINO, A. (1963): “Diccionario geográfico popular de Extremadura”. Revista de Estudios Extremeños, T. XIX, Núm. III, págs. 175-176. Diputación de Badajoz. 

SAN PHELIPE, Frey Antonio de. (1745) AVE MARIA. ORIGEN, Y MILAGROS DE LA SAGRADA IMAGEN DEL SS.MO CHRISTO DE ZALAMEA, QUE SE VENERA EN SU REAL CAPILLA del Hospital de la Quinta Angustia de dicha Villa: CON UNA BREVE NOTICIA DE SU antigüedad, y Varones Ilustres, que la han ennoblecido. Madrid. En Edición facsímil: Origen, y Milagros de la Sagrada Imagen del SSmo. Christo de Zalamea. Asociación <<Promoción Histórica la Serena>>. Editorial Esfinge. Sevilla, 2004. 

TAMAYO DE SALAZAR, Don Juan. (2010): Discurso de la Antigüedad. Nombres, y sitio de la Villa de Zalamea de la Serena…, Año de 1634. Edición facsímil editada por Asociación Cultural Dístylo. Caja Badajoz (Obra Social) y Lavozlibre.com. Diario Digital Independiente. Badajoz. 

 Quintana de la Serena, 2015


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