DON JUAN Y DON FRANCISCO, QUE TANTO MONTA

 DON JUAN Y DON FRANCISCO, QUE TANTO MONTA

Un recuerdo especial para aquellos médicos de nuestra infancia que junto con los practicantes, Paco, Manuel y don Reyes -pues así se les conocía y a los que ya dedicaremos su correspondiente y merecido modesto homenaje a modo de entrada en este grupo- y las comadronas que atendían los partos, formaban el ´”cuerpo sanitario” de aquella época en la que, transcurrido ya medio siglo de tiempos revueltos y algunos años trágicos de por medio, parecía percibirse, aunque no fuéramos conscientes de ello, cierto cambio afortunadamente a mejor, quedando atrás años de penuria y desasosiego.

Don Juan y don Francisco, que tanto monta. Don Juan Casco, no me trató, mi médico fue don Francisco Moreno, tal vez por razones de parentesco, pues estaba casado con una prima hermana, sobrina de mi madre. La única vez que entré en la consulta de don Juan, fue para dejar a una persona herida que recogí en la carretera viniendo de Don Benito y un poco antes de llegar a La Guarda. Pero aquellos médicos, tanto uno como otro, que a unos nos atendieron cuando todavía éramos muchachos, tenían un trato muy humano con sus pacientes, se recorrían el pueblo visitando a los enfermos casa por casa, llevando el bien ajeno, como dice el refrán; en Vespa o Lambreta y Vespa, que fueron las motos que usaron don Juan y don Francisco, respectivamente. Es de justicia el reconocimiento de su abnegación por los más necesitados. Y, particularmente, a don Juan Casco Arias, le debemos todos los quintanejos algo muy especial: tenemos que agradecerle que nos dejara escrito mucho de la historia de nuestro pueblo. Para mí es de lo mejor que se ha escrito hasta ahora sobre Quintana de la Serena, y un referente para seguir trabajando en la investigación de nuestra historia.

Foto: María Antonia Gómez-Coronado Morillo-Velarde en Cosas de Quintana de la Serena. Quintanej@s Nabú@s